Atributo | Valor |
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Sistema de calefacción | Calentador tubular de acero inoxidable |
Sistema de refrigeración | Refrigeración mecánica |
Garantía | 1 año |
Compresor de refrigeración | Compresor hermético (Tecumseh) |
Uniformidad de la humedad | ±2.0%HR |
Ventilador | Soplador centrífugo |
Humidificador | Humidificador de vapor |
Rango de control de humedad | 20.0%HR~95.0%HR |
Evaporador | Intercambiador de calor de aletas y tubos |
Tamaño de la cámara | 1000mm x 1000mm x 1000mm |
Control de humedad | 10% ~95%HR |
Las pruebas de caucho juegan un papel vital en sectores como la automoción, la aeroespacial y la fabricación industrial, donde los materiales se someten a intensas tensiones ambientales. Una prueba clave para los materiales de caucho es la evaluación de su rendimiento y flexibilidad a bajas temperaturas, particularmente en climas fríos o condiciones de almacenamiento bajo cero.
De las cinco categorías de caucho—general, alto rendimiento, resistente al aceite, alta temperatura y baja temperatura—solo tres son adecuadas para condiciones ambientales extremas con fluctuaciones significativas de temperatura, como las que se encuentran en dispositivos médicos, componentes aeroespaciales o aplicaciones de impermeabilización.
Las pruebas en cámaras de temperatura son esenciales para la caracterización precisa de materiales y la predicción de la vida útil, lo que informa directamente el desarrollo de productos y el aseguramiento de la calidad.
Dentro de la industria farmacéutica, mantener la eficacia, estabilidad y seguridad del producto en diversas condiciones ambientales es primordial. Los productos farmacéuticos como las vacunas, los productos biológicos y los medicamentos pueden sufrir daños significativos o pérdida de potencia si se exponen a temperaturas inadecuadas.
Estas pruebas exhaustivas—a menudo regidas por protocolos regulatorios como las directrices ICH (Consejo Internacional de Armonización)—proporcionan datos de referencia esenciales, recomendaciones de almacenamiento y advertencias críticas sobre la sensibilidad al calor o al frío.
La industria automotriz ha experimentado rápidos avances en electrónica de vehículos, materiales y componentes de propulsión—todos los cuales requieren pruebas exhaustivas de fiabilidad y ambientales en escenarios simulados de carretera y clima.
Para garantizar la fiabilidad y el cumplimiento a largo plazo de estos componentes sensibles, se someten a rigurosos ciclos de temperatura automotrices, choque térmico y pruebas de resistencia en cámaras de temperatura, con rangos de temperatura de prueba que van desde -80°C hasta 225°C—o incluso superiores.